Como en los días de Sodoma y Gomorra

En los tiempos antiguos de Sodoma y Gomorra, la maldad y la corrupción alcanzaron proporciones tan inmensas que Dios, como una lección para nosotros, decidió aniquilar esas ciudades. Aunque muchos creen que esos días quedaron en el pasado, la verdad es que muchos de los mismos acontecimientos que se vivieron en Sodoma y Gomorra se están repitiendo en nuestra época actual. Examinaremos algunas de las semejanzas entre ambos periodos y descubriremos lo que nos enseña la Biblia sobre cómo enfrentar la realidad de vivir en un mundo que cada vez más se asemeja a Sodoma y Gomorra.

La forma de vida en los tiempos de Sodoma y Gomorra

En los días de Sodoma y Gomorra, la sociedad estaba inmersa en un estilo de vida egoísta y sin consideración por los demás. La gente carecía de preocupación por el bienestar de los demás, centrándose únicamente en satisfacer sus propios deseos. La autoridad y hasta la presencia divina eran ignoradas y desafiadas. Aquella era una era marcada por la rebelión, la inmoralidad y el pecado. La ambición desenfrenada y la búsqueda insaciable de riquezas y lujos dominaban sus vidas, sin importarles las necesidades de aquellos menos afortunados. La falta de empatía y la autocomplacencia eran la norma.

En consecuencia, la corrupción y la violencia reinaban en aquel tiempo. La gente no mostraba consideración por los demás, sino que se preocupaba exclusivamente por su propio bienestar. La autoridad y la presencia de Dios eran desestimadas. Mientras algunos vivían en opulencia, otros sufrían en la miseria. No había lugar para el cuidado y la compasión hacia los demás, ya que solo se preocupaban por sí mismos.

La perversidad de Sodoma y Gomorra llegó a tal extremo que Dios decidió destruir estas ciudades. Envió a un ángel para advertir a Lot y a su familia que debían abandonar la ciudad antes de su inminente destrucción. A pesar de la advertencia divina, Lot dudó y decidió quedarse, pero la misericordia de Dios prevaleció y le permitió escapar. Las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron consumidas por un fuego celestial, y todos los que allí habitaban perecieron.

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Este evento nos enseña que Dios no tolera el pecado y, como creyentes, tampoco debemos hacerlo. Debemos vivir de acuerdo con los estándares establecidos por Él y resistir la tentación de adoptar el estilo de vida característico de aquellos tiempos oscuros.

Versículo «Cómo en los días de Sodoma y Gomorra»

En los tiempos de Lot, Sodoma y Gomorra estaban sumidas en la maldad y la iniquidad, pero la gente se negaba a arrepentirse de sus malos caminos. En ese momento, el Señor envió a dos ángeles para rescatar a Lot y su familia de la inminente destrucción que se avecinaba sobre la ciudad. Los ángeles advirtieron a Lot diciendo: «¡Levántate, toma a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí! Si no sales ahora, serás consumido junto con la ciudad». Sin embargo, Lot se demoró y fue necesario que los ángeles lo tomaran de la mano y lo sacaran de la ciudad. Una vez afuera, los ángeles le dijeron: «¡Corre! No mires hacia atrás ni te detengas en ningún lugar de la llanura. Escapa a la montaña para que no seas destruido». Pero Lot respondió: «No, mi señor, por favor. Si me salvo, no podré llegar hasta la montaña. Esta ciudad cercana es más pequeña, ¡y allí estaré a salvo!». Sin embargo, el Señor le advirtió: «No, porque he decidido salvarte de esta ciudad. No hay nadie en ella que haga lo que es correcto. Huye a la montaña, porque allí no serás destruido». Así que Lot abandonó Sodoma, pero su esposa se detuvo y miró hacia atrás, lo cual resultó en que el Señor la convirtiera en una estatua de sal.

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Este relato nos enseña una valiosa lección. En medio de una sociedad corrompida, Dios siempre busca rescatar a aquellos que siguen sus caminos justos. Lot y su familia recibieron la oportunidad de escapar de la destrucción, pero fue vital seguir las instrucciones divinas sin mirar hacia atrás. Lamentablemente, la esposa de Lot desobedeció y pagó un alto precio por su falta de fe. Este pasaje nos recuerda la importancia de la obediencia y la confianza en Dios en medio de un mundo lleno de tentaciones y pecado.

Qué mensaje nos da Sodoma y Gomorra

La historia de Sodoma y Gomorra nos enseña que la maldad y la corrupción no pueden ser toleradas. Dios destruyó estas ciudades como castigo por su maldad, y nos muestra que hay consecuencias para nuestras acciones. También nos enseña que debemos mantenernos fieles a Dios y alejarnos de la inmoralidad y la corrupción. La expresión «como en los días de Sodoma y Gomorra» nos recuerda que debemos ser conscientes de nuestras acciones y mantenernos fieles a nuestros valores y creencias.

¿Cuántos justos había en Sodoma y Gomorra?

La respuesta a esta interrogante se encuentra en el relato bíblico contenido en el capítulo 18 del libro de Génesis. En esa ocasión, el arcángel Gabriel se presenta ante Abraham para comunicarle la intención de Dios de destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra debido a su gran maldad y pecado. Impulsado por su preocupación por los habitantes justos de esas ciudades, Abraham comienza a hacer súplicas a Dios.

Abraham inicia su intercesión preguntándole a Dios si Él destruiría las ciudades si hubiera cincuenta personas justas en ellas. Dios responde que no las destruiría si encontrara cincuenta justos en Sodoma y Gomorra. Impulsado por su deseo de salvar a la mayor cantidad posible de personas, Abraham continúa su petición, preguntando si Dios las destruiría si hubiera cuarenta y cinco justos en ellas. Nuevamente, Dios responde que no las destruiría si hubiera cuarenta y cinco justos.

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De manera similar, Abraham continúa disminuyendo la cifra, preguntando por cuarenta, treinta, veinte e incluso diez justos. En cada ocasión, Dios reitera su compromiso de no destruir las ciudades si se encontrara la cantidad indicada de personas justas. Sin embargo, finalmente, Dios revela a Abraham que no se ha encontrado ni siquiera un número tan pequeño como diez justos en Sodoma y Gomorra. Por lo tanto, Dios determina que las ciudades deben ser destruidas debido a su falta de rectitud.

Este pasaje bíblico nos enseña la importancia de la justicia y cómo la falta de personas justas puede llevar a consecuencias devastadoras. También nos revela la misericordia y la disposición de Dios para escuchar y responder a las súplicas de sus siervos justos, aunque en este caso particular no fue posible encontrar ni siquiera diez personas rectas en esas ciudades.

Conclusión

La historia de Sodoma y Gomorra es una lección importante para todos nosotros. Nos muestra que la maldad y la corrupción no pueden ser toleradas, y que debemos mantenernos fieles a Dios y alejarnos de la inmoralidad y la corrupción. La expresión «como en los días de Sodoma y Gomorra» nos recuerda que debemos ser conscientes de nuestras acciones y mantenernos fieles a nuestros valores y creencias. Esperamos que este artículo haya sido útil para entender mejor esta historia bíblica y su mensaje para nosotros hoy en día.

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