La práctica de dar diezmos y ofrendas es una tradición que se remonta a la época bíblica. Aunque algunos pueden considerarla obsoleta, la verdad es que la Biblia nos enseña la importancia de dar generosamente y con un corazón agradecido. Exploraremos algunos de los textos bíblicos que hablan sobre los diezmos y las ofrendas.
Índice
Qué dice la Biblia sobre el diezmo
El diezmo es una décima parte de nuestros ingresos que se da a la iglesia o a una organización religiosa. La Biblia habla claramente sobre la importancia de dar el diezmo. En Malaquías 3:10, Dios dice: «Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde». Este versículo nos muestra que cuando damos el diezmo, Dios nos bendice abundantemente.
Qué versículo puedo leer para las ofrendas
Las ofrendas son donaciones que hacemos por encima del diezmo. En 2 Corintios 9:7, la Biblia nos dice: «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre». Este versículo nos enseña que debemos dar nuestras ofrendas con alegría y generosidad, no por obligación o necesidad.
Qué versículo habla de los diezmos y ofrendas
En Levítico 27:30, la Biblia dice: «Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová». Este versículo nos muestra que el diezmo es una ofrenda sagrada que debemos dar a Dios.
Qué escribir en el sobre de diezmo
Al dar el diezmo, es importante que lo hagamos con un corazón agradecido y generoso. Además, es recomendable que escribamos en el sobre de diezmo el monto que estamos dando y la fecha en que lo estamos dando. De esta manera, podemos llevar un registro de nuestras donaciones y asegurarnos de que estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad de dar.
Conclusión
La Biblia nos enseña la importancia de dar generosamente y con un corazón agradecido. El diezmo y las ofrendas son una forma de demostrar nuestra gratitud a Dios por todo lo que nos ha dado. Al dar, no solo estamos bendiciendo a otros, sino que también estamos abriendo las puertas para que Dios nos bendiga abundantemente. Recordemos siempre que «cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre».