La Biblia nos enseña que fuimos creados para adorar a Dios y para la alabanza de su gloria. Pero, ¿qué significa exactamente esto? ¿Por qué Dios nos creó con este propósito?
¿Dónde dice en la Biblia que fuimos creados para adorar a Dios?
La Biblia nos habla claramente sobre nuestro propósito como seres humanos. En el libro de Isaías 43:7, Dios dice: «Todo aquel que es llamado por mi nombre, y al que yo he creado para mi gloria, lo he formado, y lo he hecho». También en el libro de Apocalipsis 4:11, se nos dice: «Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas».
¿Qué quiere decir para alabanza de su gloria?
La alabanza de la gloria de Dios significa reconocer y honrar su grandeza y majestad. Es reconocer que Dios es el creador de todas las cosas y que todo lo que existe es por su voluntad y propósito. La alabanza de su gloria también implica vivir nuestras vidas de acuerdo a su voluntad y propósito, y glorificarlo en todo lo que hacemos.
¿Qué dice la Biblia para que fuimos creados?
La Biblia nos enseña que fuimos creados para tener una relación con Dios y para glorificarlo en todo lo que hacemos. En el libro de Génesis 1:27-28, se nos dice que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, y los bendijo para que fueran fructíferos y se multiplicaran. También en el libro de Efesios 2:10, se nos dice que fuimos creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que las hiciéramos.
El propósito por el cual fuimos creados es para glorificar a Dios en todo lo que hacemos. Esto significa que debemos vivir nuestras vidas de acuerdo a su voluntad y propósito, y hacer todo lo que esté en nuestro poder para honrarlo y glorificarlo. También significa que debemos tener una relación personal con Dios, y buscar su voluntad en todo momento.
Conclusión
Fuimos creados para adorar a Dios y para la alabanza de su gloria. Esto significa que debemos vivir nuestras vidas de acuerdo a su voluntad y propósito, y hacer todo lo que esté en nuestro poder para honrarlo y glorificarlo. Debemos tener una relación personal con Dios, y buscar su voluntad en todo momento. Al hacer esto, estaremos cumpliendo con el propósito por el cual fuimos creados, y estaremos viviendo una vida plena y significativa.
