La Biblia es una fuente de sabiduría y enseñanza para millones de personas en todo el mundo. En ella, se encuentran muchas verdades y promesas que nos ayudan a entender la naturaleza de Dios y su relación con nosotros. Una de estas verdades es que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre.
Índice
¿Dónde dice en la Biblia que Dios es el mismo de ayer y hoy?
La idea de que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre se encuentra en varios pasajes de la Biblia. Uno de ellos es Malaquías 3:6, donde Dios dice: «Porque yo Jehová no cambio; por eso, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos». Este versículo nos muestra que Dios es inmutable y que su carácter y naturaleza no cambian con el tiempo.
¿Qué dice Eclesiastés 7:29?
Otro pasaje que habla de la inmutabilidad de Dios es Eclesiastés 7:29, que dice: «He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones». Este versículo nos muestra que Dios creó al hombre perfecto, pero que debido al pecado, el hombre se ha alejado de Dios y ha buscado su propia voluntad.
¿Qué dice en Hebreos 13:5?
En Hebreos 13:5, se nos recuerda que Dios nunca nos abandonará ni nos dejará solos. El versículo dice: «Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré». Este pasaje nos muestra que Dios es fiel y que siempre estará con nosotros, incluso en los momentos más difíciles.
¿Qué dice en Hebreos 13:17?
Finalmente, en Hebreos 13:17, se nos exhorta a obedecer a nuestros líderes espirituales y a seguir sus enseñanzas. El versículo dice: «Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso». Este pasaje nos muestra que Dios nos ha dado líderes espirituales para guiarnos y ayudarnos en nuestro camino espiritual.
Conclusión
La idea de que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre es una verdad fundamental de la fe cristiana. A través de la Biblia, podemos ver que Dios es inmutable y que su amor y fidelidad hacia nosotros nunca cambian. Debemos confiar en él y seguir sus enseñanzas para vivir una vida plena y satisfactoria.