La gloria de Dios es algo que se menciona en la Biblia en varias ocasiones. En Isaías 42 versículo 8, se dice que el SEÑOR no dará su gloria a nadie más. Esto significa que Dios no compartirá su gloria con nadie, ya que es algo que le pertenece solo a él.
Índice
Qué dice en Isaías 42 versículo 8
En este versículo, Dios habla a través del profeta Isaías y dice: «Yo soy el SEÑOR; ese es mi nombre. No daré mi gloria a nadie más, ni mi alabanza a los ídolos». Esto significa que Dios es el único que merece recibir la gloria y la alabanza, ya que es el creador de todo lo que existe.
Donde dice el SEÑOR mi gloria no daré a nadie
Este versículo se encuentra en Isaías 48 versículo 11, donde Dios dice: «Por amor a mí mismo, por amor a mí mismo lo haré, porque ¿cómo podría permitir que mi nombre sea profanado? No daré mi gloria a nadie más». Aquí, Dios está diciendo que no compartirá su gloria con nadie más porque es algo que le pertenece solo a él.
Qué dice Isaías 428
En Isaías 428, se habla de la gloria de Dios en un contexto diferente. Aquí, se dice que Dios da su gloria a aquellos que lo siguen y obedecen sus mandamientos. El versículo dice: «Yo soy el SEÑOR; ese es mi nombre. No daré mi gloria a ídolos ni mi alabanza a imágenes talladas». Esto significa que Dios solo dará su gloria a aquellos que lo adoran y lo siguen, y no a ídolos o imágenes talladas.
Donde dice en la Biblia de gloria en gloria
En 2 Corintios 3 versículo 18, se habla de la gloria de Dios en un contexto diferente. Aquí, se dice que aquellos que siguen a Dios son transformados de gloria en gloria. El versículo dice: «Y todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu». Esto significa que aquellos que siguen a Dios son transformados a su semejanza con más y más gloria a medida que avanzan en su camino espiritual.
Conclusión
La gloria de Dios es algo que le pertenece solo a él y no la compartirá con nadie más. Sin embargo, aquellos que lo siguen y obedecen sus mandamientos pueden recibir su gloria y ser transformados de gloria en gloria. Es importante recordar que Dios es el creador de todo lo que existe y merece toda la gloria y la alabanza.