Qué es poner la mira en las cosas de arriba
Poner la mira en las cosas de arriba es un concepto bíblico que se refiere a enfocar nuestra atención en las cosas espirituales y eternas en lugar de las cosas terrenales y temporales. Es una invitación a mirar más allá de lo que podemos ver con nuestros ojos físicos y a centrarnos en lo que es verdaderamente importante en la vida.
Qué dice Colosenses 3:2
En Colosenses 3:2, el apóstol Pablo nos exhorta a «poner la mira en las cosas de arriba, no en las cosas de la tierra». Esta es una llamada a enfocarnos en las cosas que son importantes para Dios y a no ser distraídos por las preocupaciones y las tentaciones del mundo.
Qué dice en Romanos 12:2
En Romanos 12:2, Pablo nos insta a no conformarnos a este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestra mente. Esto implica poner nuestra mira en las cosas de arriba y permitir que Dios nos transforme de adentro hacia afuera.
Qué significa poner la mirada en Dios
Poner la mirada en Dios significa buscar su voluntad y su presencia en nuestra vida diaria. Significa confiar en él en lugar de confiar en nosotros mismos o en las cosas del mundo. Cuando ponemos nuestra mirada en Dios, somos capaces de experimentar su paz y su amor en medio de cualquier circunstancia.
Beneficios de poner la mira en las cosas de arriba
- Nos ayuda a mantener una perspectiva eterna
- Nos ayuda a evitar las distracciones y las tentaciones del mundo
- Nos ayuda a confiar en Dios en lugar de en nosotros mismos
- Nos ayuda a experimentar la paz y el amor de Dios en medio de cualquier circunstancia
Cómo poner la mira en las cosas de arriba
Para poner la mira en las cosas de arriba, es importante:
- Leer la Biblia y meditar en ella regularmente
- Orar y buscar la presencia de Dios en nuestra vida diaria
- Participar en una comunidad de fe y rodearnos de personas que nos animen en nuestra fe
- Servir a los demás y compartir el amor de Dios con ellos
Conclusión
Poner la mira en las cosas de arriba es una invitación a enfocarnos en lo que es verdaderamente importante en la vida. Al hacerlo, somos capaces de experimentar la paz y el amor de Dios en medio de cualquier circunstancia y de vivir una vida que honra a Dios y bendice a los demás.